
Definitivamente fue un método adictivo para sumergirme en los video juegos, mi único problema era no tener una consola, los N64 eran la sensación en ese momento, pero a falta de ello, me encarrilé junto a algunos amigos en las llamadas “Maquinitas”, claro, era novato y la diversión junto al dinero se me acababan pronto, pero estaba más que encantado, así que no importaba, mis aficiones? Se las presento a continuación.
Y claro, cómo negar mis predilectos!!
Era emocionante saber que una moneda podía darme con la práctica, un largo rato de juego, diversión y una que otra competencia cuando eran muchos esperando a que la maquinita se desocupara, no adquirí gran destreza, pero una que otra vez logré sacar a quienes metían una moneda con la intención de arruinarme la partida, aún lo juego en mi computadora, por los viejos tiempos…
Qué buen aficionado a Megaman no gozaba haciéndole un súper a Hulk
O uno de Wolverine
Sin olvidar que todos esperábamos con ansias este momento:
Y al terminar veía la pantalla de la maquinita casi diciéndole “Gracias por otro buen juego mi vieja amiga”
Llegar a esto que jamás me sirvió de algo:
Y bueno, qué decir, si éramos de esos romanticones, este era el momento justo para ganarse un beso cuando nuestra chica (que nunca tenía idea del por qué nos acompañaba) poniendo tu inicial, un cursi corazón y su inicial.
Listo!! Habías dominado el mundo!!
Otro juego en el que me pasé horas gastando tiempo y monedas fue este:
Y admito que odiaba al tipo de las dos espadas que siempre pasaba en modo defensa.
Haohmaru era siempre mi preferido
Y no puedo olvidar este que para mí fue todo un clásico, al que más horas le dediqué porque pasar niveles era una ardua tarea:
Todas mis aventuras recorridas con Marco
Soy sincero en decirles que nunca logré llegar al final del juego, siempre moría cuando llegaba a la pantalla en la que los mismos soldados te ayudan (si no mal recuerdo) a matar a los extraterrestres que llegan a conquistar al mundo.
Muchas versiones más salieron de cada uno de estos juegos, personalmente les perdí la pista porque me interesé en otros, pero en esa etapa de mi vida no importaban tanto los gráficos, el diseño, la trama, sólo deseaba jugar, mis inicios de gamer sin consola desataron mi interés en este tipo de aventuras…
Sin duda eran años de ensueño…
Muy buen articulo, yo aprendí a amar los videojuegos antes de tener consola. el sortear a los típicos vagos que te pedian monedas y los metidos que te arruinaban las partidas.
Es cierto, olvidaba mencionar a los que llegaban a pedirte una moneda para ponerse a jugar, creo que anduvimos en el mismo ambiente, por eso pensé que ameritaba el post, gracias por leernos compañero!!