Si queremos hacer una definición entendible, podemos decir que los dispositivos Wearables son un conjunto de dispositivos electrónicos que se colocan en alguna parte del cuerpo, produciendo una constante y dinámica interacción con el usuario u otros dispositivos. Los cuales reciben o mandan información a través de este dispositivo wearable. 
En este año podemos ver como muchos más dispositivos se conectan a otros o a internet. Se ha convertido en tendencia los diferentes dispositivos que están complementados a alguna prenda que llevamos con nosotros (gafas, pulseras, relojes, camisetas, etc), incluso están haciendose un hueco entre los Smartphone, tablets o a ordenadores de sobremesa (Pc).
Según algunos estudios en el año 2015, un 12.000 millones de dispositivos electrónicos están conectados a internet; y estimando un tiempo, ya en el 2020 se prevén que sean unos 33.000 millones de dispositivos serán usados en todo el planeta. En este momento, se calcula que las personas tienen sobre 1.8 millones de dispositivos Wearables, y que para el próximo año 2020 las personas tendremos una cantidad aproximada de 4.3 millones de estos aparatos.
A pesar que estas cifras son expeculaciones que pueden ocurrir en el futuro, hoy en día se ha demostrado que la invención de los dispositivos wearables ha generado un impacto en la vida de una gran parte de las personas del mundo, sobre todo en los países que se consume más tecnología. Por ello, poseer uno de estos aparatos implica que tu vida sufra algunos cambios, quizás no sean muy grandes, pero seguro que estos irán cambiando con el paso del tiempo. Nuestra forma de vida se va automatizando y será más controlable, ya que gracias a estos dispositivos wearables podremos manejar información de manera más dinámica y sencilla. La tecnología de la información recibirá una importante avance con estos dispositivos, que son capaces tanto de recibir, como de transmitirnos diferentes datos.
Además, otra característica de los dispositivos wearable, es su inclusión en nuestro día a día sin que sean un elemento «que llame la atención» o que «desentone» en nuestra persona. La mayoría de esta tecnología se incorpora a artículos que ya existen como pueden ser relojes, pulseras o gafas. Esto nos lleva a que este tipo de dispositivos ahora se convierantan en un smartwatch, una pulsera inteligente, o unas Google Glass.
Los avances en estos dispositivos han ido incrementando con gran rapidez, y es que desde el pasado año 2013, cuando la Massachusetts Institute of Technology (MIT) comenzara a desarrollar ideas para un dispositivo wearable que fuera capaz de medir la temperatura corporal, hasta el día de hoy, estos dispositivos han tenido una importante evolución.
Muchas marcas tecnológicas e importantes fabricantes comenzaron a sacar al mercado diferentes tipos de dispositivos como relojes inteligentes (smartwatches) o pulseras inteligentes (smartbands) que son capaces de entre otras funcionalidades: de medir la temperatura corporal, tener GPS, usar WI-Fi, conectarse a través del Bluetooth, e incluso poder monitorizar todo lo relacionado con las actividades físicas o deportivas.
Y es que la evolución, por ejemplo, de las pulseras inteligentes ha ido determinado hacia el sector como es el de la actividad física. Fabricantes como Garmin, Xiaomi, Sony o incluso Nike, nos ofrecen «aparatos» que pueden cuantificar nuestra actividad diaria (entre otros aspectos). Por ejemplo, pueden medir pulsaciones, calorias, distancias, tiempo, inactividad y horas de descanso, y muchos más datos. La evolución de estos dispositivos hace que cada día tengan una exactitud mayor, y que su tamaño sea más pequeño, incluso muchos fabricantes apuestan por modelos esteticamente «bonitos»: Ej:La Pulsera Samsung Gear Fit Tous.
Tanto los smartwatches como las pulseras inteligentes están teniendo un fuerte crecimiento en el mercado. Cada día son más las grandes marcas que apuestan por estos dispositivos (Google, Apple, Samsung, Sony, LG, Xiaomi), por lo que parece que es un dispositivo que viene para quedarse.
Aunque no todo es maravilloso en lo que respecta a los wearables. Las Google Glass, uno de los primeros wearables que aparecieron en el mercado, y que era un dispositivo con miles de artículos en diferentes webs de tecnología, no ha tenido tanto éxito. La última noticia que hace presagiar un mal futuro para este producto, es el cierre de las tiendas físicas de las gafas de Google.
Pero esperamos que el resto de wearables tengan mejor suerte, y que poco a poco el público que le gusta estar a la última en lo que tecnología se refiere, vaya conociendo estos nuevos productos y los vaya incorporando a su vida cotidiana como si de otros dispositivos tecnológicos se tratara. Seguro que las predicciones se cumplen, y aunque en menor medida, los wearables siguen los pasos de su hermano mayor el Smartphone.