A día de hoy todas las empresas con presencia en internet tienen una estrategia de Social Media, y es que cada vez son más conscientes de que las redes sociales son una plataforma que los consumidores utilizan bastante. Cuando los usuarios deciden seguir a una marca o empresa en general, lo hace para conocer información sobre el sector, o porque lo que comunican les parece interesante, por los beneficios que puede tener seguirlos, etc.
Ahora bien, si queremos diferenciarnos de una mala estrategia de redes sociales, es fundamental empezar a desarrollar una hoja de ruta con objetivos marcados, que nos ayude a encauzar la comunicación y sobretodo poder analizar los resultados que estamos obteniendo.
En este post no contaremos cuales son las pautas a seguir para una buena estrategia en redes sociales, si no que trataremos de explicar que las redes sociales también son una fuente importante del Big Data, un recurso de inteligencia empresarial.
El Big Data nos va a ofrecer información acerca de las características más comunes del usuario, por lo que a través de las Redes Sociales están dejando mucho rastro de cuáles son sus gustos, su forma de comportarse, los momentos en los que están más activos, y un larguísimo etcétera.
De esta manera el Big Data recoge toda esta información y la sesga haciendo llegar a la empresa lo más relevante para mejorar su capacidad de decisión en asuntos importantes, y por ende optimizar su proceso de negocio.
Toda la información desprendida del uso de las redes sociales por parte del usuario que va a ser procesada y analizada se conoce como proceso de “Business Intelligence”.
A través de esta información se favorece a perfilar a nuestro cliente potencial, y de esta forma podremos conocerlo con todas sus características específicas.
A través del Big Data se integrará toda la información dejada en la estrategia de Social Media. No habrá que recoger datos manuales de cada una de las redes que posea la empresa, si no que a través de este recurso se homogeneiza la información y se canaliza.
El Big Data permitirá que podamos adaptar las campañas según las informaciones recogidas y analizadas. Por ejemplo, si se ve una tendencia clara por parte de los usuarios de Facebook de adquirir un producto en concreto, siempre se puede tomar la decisión de añadir una publicidad específica.
El Big Data mejora la capacidad de decisión a la hora de desarrollar las campañas y ayuda a saber cómo poder enfocarlas.
En tema de redes sociales es muy importante el contacto con los usuarios, y en este aspecto el Big Data también proporciona numerosos beneficios, ya que posee herramientas que permiten mejorar esta relación, aportando la información necesaria para saber qué tipo de atención se le debe dar a cada uno de los usuarios.
La atención personalizada siempre da unos frutos mucho mayores, ya que el usuario lo que quiere es que se le trate como especial y, por supuesto, darle lo que necesita en el momento exacto.
Desde luego, las redes sociales están estrechamente relacionadas con el Big Data, y en las empresas utilizan este recurso cada vez más necesario, debido a la infinidad de datos e información que deben conocer y manejar.